Divididos llenó un estadio sin tocar una sola nota: pasaron el nuevo disco, mostraron un documental y respondieron preguntas

Resulta toda una paradoja que en plena época de plataformas digitales y la pérdida casi absoluta de la costumbre de escuchar un álbum entero, varios artistas vienen apostando a reunir a sus fans para la insólita propuesta de juntarse a compartir las canciones nuevas sin tocarlas en vivo.
En los últimos años, varios solistas de la música urbana se animaron a convocar con enorme éxito a estas citas: Dillom presentó Cirugía en un teatro Coliseo totalmente a oscuras, Milo J pasó los videos de cada tema de 166 en el C Art Media (donde ingresó en un colectivo de esa línea que va a Morón) y Duki presentó Ameri en un Movistar Arena donde no tocó en vivo pero cantó los temas sobre un playback y contó con bailarines y artistas amigos.
Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella en la charla abierta con el público del estadio Movistar Arena. Foto: Antonio BecerraEn el terreno del rock, tal vez la primera experiencia de este tipo haya sido Divididos, en la noche del miércoles 12 en Movistar Arena, donde el grupo reunió a 8500 personas con la consigna de escuchar su álbum Divididos (que se lanza este viernes 14 en plataformas digitales y formato físico), ver un documental con el making of y finalmente compartir una charla con la banda. Una hora por tramo. Tres horas en total.
Más de 8000 fans disfrutaron la escucha del disco de Divididos en el Movistar Arena. Foto: Antonio BecerraEl resultado fue un rotundo suceso, prácticamente el sueño de un fan hecho realidad, y la enorme satisfacción de Ricardo Mollo, Diegoi Arnedo y Catriel Ciavarella de compartir la salida del disco junto a su público, cuando a lo sumo solían hacerlo en pequeñas reuniones con amigos y/o prensa.
Lo nuevo de Divididos
Semejante apuesta encierra un secreto: hace 15 años que La Aplanadora del Rock no edita un trabajo con canciones nuevas. Su último opus había sido Amapola del 66 en 2010, y si bien desde entonces no pararon jamás de tocar en vivo, no volvieron al estudio de grabación hasta el período 2019-2025.
Diego Arnedo, bajista y cofundador del grupo Divididos junto a Mollo en 1988. Foto: Antonio BecerraEl resultado es Divididos, un disco que por primera vez lleva un título homónimo, muy apropiadamente porque es un perfecto muestrario del estilo del trío, con temas poderosos, momentos de calma y hasta una balada acústica.
El baterista Catriel Ciaravella finalmente volvió a grabar un álbum con Divididos, a pesar de estar en la banda desde 2004. Foto: Antonio BecerraLos anticipos habían sido los singles Mundo ganado (junio 2019), Cabalgata deportiva (octubre 2020) y San Saltarín (abril 2023). Ahora se suman 9 temas más, convirtiendo a Divididos en un trabajo con 12 canciones y casi una hora de música.
Ricardo Mollo en el tramo final del encuentro con los fans de Divididos. Foto: Antonio BecerraLa tapa muestra dos trozos de tela, quizás parte de una bandera argentina, unidas con hilo de cirugía. “Esa sutura y el nombre del disco tiene un sentido. Esa unión es una expresión de deseo,” explicó el cantante y guitarrista.
El documental
Sonidos, barro y piel es el título del documental realizado por Leopoldo Montero Ciancio, que recorre todos los entretelones de la grabación de Divididos, desde los preparativos y acondicionamiento de su estudio La Calandria hasta imágenes y metáforas visuales alusivas al contenido de las letras, como unos chicos jugando al fútbol o en una clase de pintura.
El estadio Movistar Arena fue el marco elegido por Divididos para mostrar un documental y realizar la escucha de su nuevo álbum. Foto: Antonio BecerraTambién aparecen Ricardo, Diego y Catriel hablando a cámara con reflexiones y definiciones tanto profundas sobre el proceso creativo, o graciosas como cuando Arnedo reflexionó que, “¡Es la pareja que más me duró!”. O cuando el bajista dijo “Espero que no sea el último disco” y el baterista le respondió “¡Ni en pedo!”.
El público vio la película con ganas, al punto de incluso aplaudir al final de algún tramo musical o en escenas como la estación de tren de Hurlingham con un graffitti en alusión a Luca Prodan.
La escucha y la charla abierta
Apenas complementado con las letras y un fondo tipo visualizer en la pantalla de video gigante, el disco se pasó entero y sin interrupciones con la sala en penumbras.
Diego Arnedo durante la recepción previa a la presentación del disco nuevo. Foto: Antonio BecerraAsí pasaron desde el poderoso inicio con Aliados en un viaje hasta el bello final acústico con Grillo, pasando por la armónica y la fuerza zeppeliniana de Monte de olvidos, la cita a Cambalache (y quizás Madreselva de Pescado) en Revienta el Mi Mayor, y la intro casi ricotera de Insomnio, además de frases como “No hay sueño que no lleve cicatriz” (Bafles en el mar), “Naufragando a cuántas balsas creo que estoy” (El faro).
Ricardo Mollo estuvo saludando a amigos y conocidos en la recepción previa a la escucha del disco. Foto: Antonio BecerraDivididos es un álbum perfecto, sin fallas, contratiempos ni rellenos, donde hay canciones que serán inmediatos clásicos (San Saltarín ya lo es) y un sonido orgánico y decididamente analógico, con una instrumentación exquisita donde sobresalen los solos de guitarra en temas como Doña Red, Mundo ganado y la cadenciosa Vos ya sabrás.
Catriel Ciavarella, baterista de Divididos. Foto: Antonio BecerraLa hora final fue con los tres Divididos en el escenario ambientado como un living, junto al filósofo Darío Sztajnszrajber, que hizo una introducción recordando la mirada de Nietzsche sobre el mito griego de Apolo y Dionisio. Luego realizó algunas preguntas y abrió el juego al público de todos los rincones del estadio.
“Estos 15 años no fueron de silencio. La música no tiene fecha de vencimiento y por suerte las conexiones siguieron su curso. Cuando sentís orgullo por lo que hiciste, ahí es cuando decís ‘ahora sí’. Y así salió este disco,” dijo Mollo en un momento, y la frase sirve como un cierre a la espera y el inicio de una nueva etapa en la larga historia de esta banda clave del rock argentino.
Fuente: www.clarin.com



